miguel de cervantesLos restos mortales del novelista universal Miguel de Cervantes Saavedra (Alcalá de Henares, 1547- Madrid, 1616) han sido localizados, aunque para su identificación los investigadores han mostrado cautela por falta de prueba de ADN. El forense y director de la búsqueda de Cervantes, Francisco Etxebarria, ha señalado que dan como «posible» que «algunos fragmentos» encontrados sean de Cervantes, conclusión a la que llegan «a la vista de toda la información generada en el caso del carácter histórico, arqueológico y antropológico».

“No hemos podido resolver con certeza absoluta por eso somos prudentes. Estamos convencidos de que tenemos algo”, ha asegurado. «Es posible considerar que entre los fragmentos de la reducción (de huesos) localizada en el suelo de la cripta de la actual iglesia de las Trinitarias se encuentran algunos pertenecientes a Miguel de Cervantes», ha añadido.

Sus restos, una mandíbula y varios huesos de los brazos y la cadera, junto con los de su esposa, Catalina de Salazar, que se encontraban en un estado de profundo deterioro los primeros y algo mitigados los segundos, han sido identificados a través de evidencias históricas y arqueológicas, pero no de ADN, por un equipo inter-facultativo formado por una treintena de especialistas de todo el país, al mando de Etxeberria. Y se hallaban se encontraban en la cripta conventual madrileña de las Trinitarias, tras cuatro siglos de extravío.

Las indagaciones comenzaron en la primavera pasada mediante la exploración con georradar del suelo de la iglesia y los muros y base de la cripta por parte del experto Luis Avial. Los trabajos documentales, inicialmente emprendidos por el genealogista Fernando de Prado, se vieron acelerados durante las pasadas semanas por el historiador experto en el Madrid Barroco y Moderno Francisco José Marín Perellón, que obtuvo la posibilidad de cotejar en el torno del convento las bitácoras de las monjas trinitarias, hecho este que dio un fuerte impulso a la investigación, al permitir asegurar documentalmente que los despojos de Cervantes no abandonaron nunca el recinto del convento, si bien ocuparon al menos dos emplazamientos distintos.

Fuente: El país